Robin Food vuelve al ataque. Después de En un paraguayo cabe el Amazonas, llega una nueva guÃa de lugares, comidas y bebercios para disfrutar como un cochino. No basta con gritar «¡Viva Rusia!» con frecuencia, vestirse de fallera ocasionalmente ni derrochar simpatÃa a la mÃnima ocasión; los verdaderos amantes del goce y el disfrute saben que lo que caracteriza a David de Jorge es la capacidad de reflejar por escrito el entusiasmo y la alegrÃa que produce el plato bien guisado, el vino bien bebido y el recuerdo bien contado. El hombre que susurraba a las morcillas es otro variadÃsimo compendio de productos gastronómicos, bebidas y restaurantes desde la especial y caracterÃstica mirada de nuestro Robin Food.La crÃtica ha dicho: «Con simpatÃa, franqueza y sin engolamientos ni jergas displicentes, David de Jorge prueba, sazona, corta, pregunta, felicita, sopla, descubre, sirve, recomienda, aliña, sonrÃe, recuerda y blasfema. La reacción es inmediata: empiezas a salivar y sueñas con atunes gigantes bailando sobre un mar de jugos gástricos, ajos y cebollinos».
Sergi Pà mies«David de Jorge nos da una lección de lo bueno que es comer sin bobadas tecnoescalofriantes».
Quim Monzó «Abofetea a la crÃtica como nunca hasta ahora se habÃa hecho. Sus textos son magnÃficos porque tocan las claves de este mundo; son sic, es decir, sensibles, inteligentes, cultos,y apelan a las tres variables fundamentales del ser humano: el sexo, el estómago y el cerebro».
Arturo Pardos, Duque de Gastronia