Si queréis conocer Camboya, nuestra recomendación es que lo hagáis ya; mejor este invierno que el siguiente. Hace unos años, era un destino minoritario, ya que, después de su convulso siglo XX, el país carecía de las infraestructuras básica para recibir visitantes. Ahora el panorama es distinto: los enclaves turísticos están siendo arreglados, se reparan y crean carreteras, se construyen equipamientos anexos, surgen museos, restaurantes, alojamientos... Pero, aparejado a este desarrollo, se está produciendo el inevitable e imparable aumento de los flujos de turistas, en su mayoría, asiáticos. Por ello, si no queréis llegar cuando Camboya sea un destino de masas, este es el momento. La joya del país, su estandarte (de hecho, está representada en su bandera), es Angkor, la que durante mucho tiempo fue "la ciudad desaparecida". Sus templos, sus pagodas, sus terrazas..., ocultos entre exuberante vegetación, han hecho soñar a viajeros y aventureros, y a vosotros os hechizarán, ¡creednos! Pero Camboya es mucho más: aún hay numerosos yacimientos arqueológicos alejados de los circuitos turísticos y ofrece itinerarios variados, para amantes de la naturaleza salvaje o del turismo fluvial, para los exploradores, para los fanáticos de las motos... La mejor compañera de viaje para aprovechar toda esta oferta es la Guía Trotamundos, una valiosa herramienta que os ayudará a moveros por el terreno, a encontrar el mejor lugar para alojaros o comer, a elegir entre la gran diversidad de enclaves arqueológicos, a aprender a comportaros en los lugares sagrados, a saber cómo comunicaros con los camboyanos, e, incluso, a encontrar la forma de ayudarlos... Sí, ayudarlos, pues la realidad es que su población (apacible, amable, hospitalaria...) necesita de la cooperación internacional, y en nuestra guía os ofrecemos información sobre distintas ONG que operan en la zona, así como diferentes formas de colaborar con la acción humanitaria. Esa es, sin duda, otra forma de conocer un país...